miércoles, 1 de junio de 2016

El mar en los inicios del Apostolado del Mar




Situación del mundo marítimo en los albores del Apostolado del mar

      Los primeros movimientos a favor de los marinos se remontan hacia finales del siglo XVIII (1775) y de una forma más organizada en Inglaterra en 1850.Y nace preocupados por tres razones muy convincentes:
     a.- La tremenda explotación a bordo, espacios reducidos, mala alimentación, horas interminables, frecuentes infecciones, inseguridad en los barcos , hundimientos provocados por parte de los dueños de los barcos con el fin de cobrar seguros (entre 1872 y 1884 murieron en naufragios unos 36.000 marinos ingleses).
     b.- Porque su estancia en los puertos servía para que ciertos grupos los forzaran a extraños negocios dejándolos sin dinero: su vida estaba en peligro y era mala imagen de los mismos marinos.
      c.- Por las leyes denigrantes del mar ( precisamente en estas fechas nacería el primer Sindicato del marinos, llamado Sindicato Penique)

En el Preámbulo de las Normas Internacionales de la OIT para la Gente de Mar y en relación con Derechos humanos y normas sobre el trabajo marítimo leemos en

ANTECEDENTES  ( fragmento)
“Contados son los sectores donde los trabajadores experimentan tantos peligros y dificultades como los que han caracterizado a la navegación desde tiempos inmemoriales.
  • La práctica de drogar y secuestrar gente para obligarla a prestar servicios de marineros y
  • el retorno involuntario de los desertores a los buques son viejas formas de trabajo forzoso que todavía hoy se siguen utilizando en algunas regiones del mundo.
  • Si a ello se suman los castigos corporales;
  • la falta de provisiones y atención médica;
  • la condiciones de vida insalubres a bordo;
  • la prohibición de bajar a tierra impuesta por el capitán o las autoridades portuarias;
  • el pago de salarios mínimos, si es que se paga algún salario;
  • la coerción;
  • la estafa, y el abandono en puertos extranjeros,
el trasfondo de la profesión marina resulta bastante siniestro.

 Por ese motivo, desde principios del siglo XIX numerosas organizaciones caritativas y religiosas se han ocupado de socorrer a la gente de mar. Los nobles propósitos y la importante labor de estas instituciones, particularmente en lo que se refiere a la dignidad y el bienestar de la gente de mar, son dignos de encomio. Ahora bien, la protección de los derechos de la gente de mar sigue siendo una cuestión de derecho y no de caridad (en el concepto restrictivo del término).


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