miércoles, 31 de julio de 2019


Apostolado del Mar: la dimensión ecuménica e interreligiosa cada vez es más  importante

      El , misionero Verbita (SVD) de origen indio, es el capellán de los marineros en la diócesis de Hong Kong. Teniendo en cuenta que cada año más de 6 mil barcos paran en el puerto de Hong Kong, la suya es, sin duda, una misión pastoral muy intensa. De acuerdo con la información recogida por la Agencia Fides, el P. Arasu Arockiaswarmy consigue visitar una docena de barcos a la semana: sube a bordo, habla con los marineros, escucha sus necesidades y problemas, ofrece apoyo espiritual y moral.
      También forman parte de su misión la bendición de los nuevos barcos y el matrimonio de los marineros. Durante la reciente celebración del Domingo del Mar, explicó su misión de alimentar los corazones de los marineros con el Amor de Dios: “Nuestra pastoral tiene que adaptarse a las situaciones que están en continua evolución. Antes, la mayoría de los marineros eran católicos filipinos. Hoy en día, la mayoría son chinos, indonesios, vietnamitas, o Europa del Este, con una gran diversidad cultural y religiosa” Así que el ecumenismo y el diálogo interreligioso son elementos cada vez más importantes en el Apostolado del Mar, hasta el punto que el Domingo del Mar todas las confesiones cristianas rezan juntas, apoyando el cuidado pastoral de la espiritualidad del mar.
       La diócesis de Hong Kong siempre ha dado importancia a este apostolado, al ser un puerto internacional importante, y la Comisión Litúrgica de la diócesis prepara cada año los folletos antes del evento, con la oración para los marineros (NZ)Hong Kong  – (Agencia Fides 2012/07/18)

 

jueves, 11 de julio de 2019

DOMINGO DEL MAR


DICASTERIO PARA ELSERVICIO DEL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL
Mensaje para e1 Domingo del Mar 2019 (14 de julio de2019)
     Estimados hermanos y hermanas en Cristo, queridos capellanes, voluntarios, amigos y bienhechores del Apostolado del Mar,
     No siempre nos damos cuenta de ello, y sin embargo e1 trabajo que desempeñan los marinos es esencial para nuestra vida cotidiana, ya que la mayor parte de los bienes que poseemos en nuestros hogares (televisión, nevera, lavadora, ordenador, teléfono), por no mencionar la gasolina para nuestros automóviles, la ropa que llevamos y muchos otros objetos, han  sido producidos en paises lejanos y son transportados por los marinos. Por lo tanto, es justo que nos detengamos un momento para reflexionar sobre lo importante y esencial que es el papel de los marinos para nuestra comodidad y nuestro bienestar.
      Razón por la cual, es una tradición arraigada en varias Iglesias cristianas de todo el mundo, que el Domingo del Mar se celebre e1 segundo domingo del mes de julio. En este día, se invita a los fieles a recordar y a rezar por e1 millón y medio de marinos que surcan los océanos y los mares, transportando casi el 90% de los bienes de una parte a otra.

DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO AL APOSTOLADO DEL MAR


Escuchar, “vuestro servicio a marineros y pescadores”
Papa Francisco a los capellanes y voluntarios de ‘Stella Maris’
Apostolado del mar
    (ZENIT- 27 junio 2019).- “Vuestro servicio a los marineros y pescadores es, sobre todo, escucharlos, escuchar sus preocupaciones materiales y espirituales. ‘La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores'” (Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 171), expuso el Papa Francisco.
    Hoy, 27 de junio de 2019, el Santo Padre se reunió en audiencia con los participantes en el encuentro de capellanes y voluntarios de Stella Maris- Apostolado del Mar, las personas que trabajan en los puertos europeos y están al servicio de la gente de mar y de los pescadores.
    Según señaló el Papa en su discurso, el apostolado de Stella Maris está presente en más de 300 puertos del todo el mundo y ofrece asistencia espiritual y material a marineros, pescadores y sus familias.
     El Pontífice resaltó la importancia de la industria marítima y la gente del mar para la economía y el sustento de la sociedad mundial y pidió a los presentes que transmitieran a pescadores y marineros “mi aprecio y mi aliento”.
     Asimismo, describió que la vida de estos profesionales está marcada por el aislamiento y la lejanía y también por el abuso y la injusticia (traficantes de personas, chantajes de trabajo forzoso, salarios no cobrados, abandono en puertos lejanos), por los peligros de la naturaleza y por los ataques de la piratería y del terrorismo.
     Es por ello que los capellanes y voluntarios de Stella Maris en sus visitas a los barcos deben dirigirse a estas personas “con compasión y discreción, les dais la oportunidad de abrir sus corazones, y esto es lo primero, muy valioso, especialmente para las personas que tienen muy pocas oportunidades de hacerlo”, explicó Francisco.
     Después de la escucha, el Papa exhortó a los miembros de este apostolado marítimo a la acción, a esforzarse para abordar los problemas que estas personas enfrentan: “Pienso en la trata de seres humanos, el trabajo forzado y la violación de los derechos humanos y laborales de tantos hombres y mujeres que viven y trabajan en los mares. Con vuestro servicio podéis contribuir a devolver a estas personas el sentido de su dignidad”.
    Igualmente, el Obispo de Roma subrayó que la labor de Stella Maris puede ayudar a las personas a no rendirse y a mantener la esperanza: “vuestra presencia en los puertos, tanto grandes como pequeños, debería ser en sí misma un recordatorio de la paternidad de Dios y del hecho de que ante Él todos somos hijos y hermanos; una referencia al valor primario de la persona humana antes y por encima de cualquier  interés; y un incentivo para todos, comenzando por los más pobres, a esforzarse por la justicia y el respeto de los derechos fundamentales”, dijo.
     Por último, el Santo Padre, antes de terminar, pidió a los sacerdotes que atienden las almas de estos profesionales del mar: “Sed misericordiosos, sed misericordiosos. Y para favorecer esta misericordia, concedo a todos los capellanes de los marineros las mismas facultades que concedí a los Misioneros de la Misericordia. Así, podréis  ayudar a que haya  paz en tantos corazones”.
      A continuación se expone el discurso completo del Papa Francisco.

Discurso del Santo Padre

Queridas hermanas y hermanos,
      Os recibo con alegría y doy las gracias al cardenal Turkson por sus palabras y por haberme presentado a vosotros, directores nacionales, capellanes y voluntarios de Stella Maris – Apostolado del Mar, con motivo de la reunión celebrada aquí en Roma en los últimos días. Os  doy la bienvenida a todos y confío en que el encuentro haya sido fructífero.
     Vuestro encuentro ha reunido a capellanes y voluntarios que trabajan en los puertos europeos al servicio de la gente de mar y de los pescadores, que con su arduo trabajo nos traen los productos que necesitamos todos los días. El apostolado de Stella Maris está activo en más de 300 puertos en todo el mundo para ofrecer asistencia espiritual y material a muchos marineros, pescadores y a sus familias dispersas en tantos lugares.
     Con más del noventa por ciento del comercio mundial que transportan  barcos de todo tipo, la dependencia de nuestra sociedad de la industria marítima es indiscutible. Sin la gente de mar, la economía mundial se detendría; y sin los pescadores, muchas partes  del mundo sufrirían de hambre. Quisiera que mi aprecio  y mi aliento llegasen a los marineros y pescadores que encontráis, muchos de los cuales trabajan por largos períodos, a miles de kilómetros de su país y de sus familias.
     La vida del marinero o del pescador está marcada no solo por el aislamiento y la lejanía. A veces también está herida por  vergonzosas experiencias de abuso e injusticia, por la insidia de los  traficantes de personas; por el chantaje del trabajo forzoso. Otras veces, no reciben el salario que se les debe o son abandonados en puertos lejanos. Además de los peligros de la naturaleza -tormentas y huracanes-, deben hacer frente a  los de los hombres, como la piratería o los ataques terroristas. Surcan  los océanos y los mares del mundo, desembarcan en puertos donde no siempre son bienvenidos.
     Como capellanes y voluntarios de Stella Maris, se os ha encomendado la misión de estar presentes para llevar la Buena Nueva del Señor al heterogéneo mundo marítimo. Vuestras visitas diarias a los barcos hacen posible que conozcáis a la gente del mar en su realidad concreta, a veces serena, a veces inquieta, a veces angustiosa. Entonces, con compasión y discreción, les dais la oportunidad de abrir sus corazones, y esto es lo primero, muy valioso, especialmente para las personas que tienen muy pocas oportunidades de hacerlo. Vuestro servicio a los marineros y pescadores es, sobre todo, escucharlos, escuchar sus preocupaciones materiales y espirituales. “La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores.” (Exhort. Ap. Evangelii gaudium, 171).
     La escucha, luego, lleva a la acción. Por lo tanto, os exhorto así como a todos los capellanes y voluntarios de Stella Maris a redoblar vuestros esfuerzos para abordar los problemas que con demasiada frecuencia son el resultado de la codicia humana. Pienso en la trata de seres humanos, el trabajo forzado y la violación de los derechos humanos y laborales de tantos hombres y mujeres que viven y trabajan en los mares. Con vuestro servicio podéis contribuir a devolver a estas personas el sentido de su dignidad.
     También gracias a vosotros, las personas más vulnerables pueden reencontrar la esperanza de un futuro mejor. Vuestro esfuerzo puede ayudarlas a no rendirse ante una vida precaria y a veces marcada por la explotación. Vuestra presencia en los puertos, tanto grandes como pequeños, debería ser en sí misma un recordatorio de la paternidad de Dios y del hecho de que ante Él todos somos hijos y hermanos; una referencia al valor primario de la persona humana antes y por encima de cualquier  interés; y un incentivo para todos, comenzando por los más pobres, a esforzarse por la justicia y el respeto de los derechos fundamentales. Recordemos que ” Los hombres renovados por el amor de Dios son capaces de cambiar las reglas, la calidad de las relaciones y las estructuras sociales: son personas capaces de llevar paz donde hay conflictos, de construir y cultivar relaciones fraternas donde hay odio, de buscar la justicia donde domina la explotación del hombre por el hombre. Sólo el amor es capaz de transformar de modo radical las relaciones que los seres humanos tienen entre sí (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 4).
     Queridos hermanos y hermanas,  os exhorto a proseguir con entrega y perseverancia vuestro apostolado, siguiendo los buenos ejemplos de los muchos que os han precedido. En efecto os encamináis a celebrar el próximo año, el centenario de Stella Maris, con el 25º Congreso Mundial en Glasgow, Escocia, donde nació esta misión de la Iglesia en los corazones y las acciones de algunos laicos. El centenario será una oportunidad para recordar, para discernir el presente y trazar el futuro. El Papa Pío XI quiso que el apostolado Stella Maris extendiera su misión a los océanos y las costas de todos los continentes. El Espíritu Santo, a través de la intercesión de María Estrella del Mar, renueve este servicio pastoral de acuerdo con las necesidades de nuestro tiempo.
     Y antes de terminar, me gustaría decir una palabra sobre la paz de los corazones. Tantos marineros se acercarán a los capellanes, a los sacerdotes, con problemas de conciencia que los hacen sufrir mucho y de los que nunca han tenido la oportunidad de hablar, en esas circunstancias, lejos de casa, lejos de la patria, y en aquellas situaciones que hemos descrito Tal vez un diálogo con el capellán abra horizontes de esperanza. Me gustaría deciros: sed misericordiosos, sed misericordiosos. Y para favorecer esta misericordia, concedo a todos los capellanes de los marineros las mismas facultades que concedí a los Misioneros de la Misericordia. Así, podréis  ayudar a que haya  paz en tantos corazones.
     Os imparto de corazón la bendición apostólica y os ruego que la llevéis a las personas que encontréis. Y, por favor,  no os olvidéis de rezar por mí. Gracias  © Librería Editorial Vaticana



APOSTOLADO DEL MAR / STELLA MARIS

ENCUENTRO REGIONAL EUROPEO

Roma del 24 al 27 junio 2019
La Conferencia tuvo lugar en el Hotel “Tra Noi” de Roma y reunió a 50 personas de los siguientes países: Italia, Francia, Bélgica, Alemania, España, Malta, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Polonia y Ucrania.
 También asistió el capellán de Manila, P. Paulo Prigol, que habló de los marinos filipinos y de su situación socio-laboral, como se verá más adelante.
 El día 24 se dieron la bienvenida y los primeros avisos. El día 25, el coordinador europeo, Martin Foley introdujo el programa de trabajo y dirigió unas palabras de agradecimiento al sacerdote polaco Edward Pracz, como coordinador europeo saliente y le hizo entrega de una metopa conmemorativa del Stella Maris.
Tras ello se dio paso al trabajo de los días 25 y 26 de junio. Se trataron los siguientes temas que resumimos a grandes rasgos:
 1. Informes de los distintos países presentes en el encuentro, poniendo de relieve las distintas realidades de los mismos y de cómo Stella Maris intenta tener una presencia fuerte en los puertos. Se destacan las relaciones que se mantienen con otras instituciones afines tanto del mundo de la mar como ecuménicas.
 2. Financiación y atención pastoral: John Green, director de desarrollo del Apostolado del Mar de Reino Unido, habló sobre la labor del fundrising o captación de fondos y el desarrollo de la marca dentro de la acción comunicativa. Por eso insistió en la unificación del logotipo de Stella Maris como algo fundamental para la identificación de nuestro servicio en todo el mundo, sobre todo por parte de los marinos. Recomendó que se trabaje la relación con toda la familia portuaria en este sentido y que ello no es contradictorio con la tarea pastoral. En relación al logotipo, se mandarán instrucciones para su unificación y su correcta utilización, aprovechando la difusión del evento y logotipo del Centenario del Apostolado del Mar.
 3. Información sobre el ICMA: El P. Bruno Ciceri, del Stella Maris Internacional, dentro del Dicasterio para el desarrollo humano integral, habló sobre ICMA y la próxima conferencia mundial, que se celebrará en Taishung (Taiwan) del 21 al 25 de octubre, con motivo del 50 aniversario de su fundación. En este apartado también se insistió en la comunicación como un objetivo estratégico importante. En ICMA se pueden encontrar representadas 28 organizaciones de diferentes confesiones. Por otro lado alertó sobre las relaciones ecuménicas y la labor que todavía falta por hacer en este sentido.
 4. El compromiso con las líneas de cruceros: El diácono Roger Stone habló de su labor con las tripulaciones de los barcos de cruceros en el puerto de Southampton. Destacó la conveniencia de establecer los máximos contactos posibles con las compañías de barcos de cruceros para de esta manera facilitar nuestro acceso a dichos barcos y también con los P&I Clubs (Clubs de protección o mutualidades de asistencia a las tripulaciones), pues nuestra labor tiene un efecto muy positivo en el bienestar psicológico de las tripulaciones y la comunicación con dichos clubs puede ayudar a nuestra labor. Por otro lado planteó la labor de conocer las tradiciones y culturas de las distintas tripulaciones para mejor atender sus demandas. Por último planteó la cuestión a debatir sobre el futuro de nuestra presencia en cruceros.
 5. Aplicación para registrar las visitas a los barcos: Martín Foley, director del Apostolado del Mar del Reino Unido y coordinador regional europeo, presentó el proyecto realizado por su colaboradora Patricia Ezra, para desarrollar una aplicación para ordenador y para teléfono móvil con una base de datos que, con conexión a nivel internacional del Apostolado del mar, permita anotar las visitas hechas en los distintos puertos. Con toda la información se facilitaría el seguimiento de nuestra actividad a nivel mundial y la extracción automática de datos estadísticos, tanto a nivel local, como nacional e internacional. Ahora está en fase de experimentación, pero próximamente los directores nacionales recibirán toda la información necesaria sobre su funcionamiento, así como la posibilidad de adquirir las licencias que soliciten para poder usarla.
6. El servicio a los marinos filipinos y sus familias: Ya en la jornada del miércoles 26, el P. Paulo Prigol, capellán del Apostolado del mar en Manila y coordinador regional del sudeste asiático, a través de estadísticas habló de cuestiones concretas de los marinos filipinos para que podamos reaccionar. El objetivo fundamental es que los Stella Maris lleguen a trabajar más eficazmente en red. Por este motivo, invitó a estar más atentos en temas como el del sistema de contratación, la firma de contratos y las protecciones básicas de sus seguros, para que los marinos no se vean desprotegidos. Destacó que la mayoría de los marinos filipinos se contentan con navegar de subalternos, pues eso les da un buen estatus social y económico. Resaltó también la conveniencia de conocer bien sus costumbres y su forma de ser. Se distribuyó un manual de cultura y tradiciones filipinas para ayudar en este sentido.
7. Congreso Mundial en Glasgow: Con motivo del Centenario del Apostolado del Mar el 4 de octubre de 2020: El P. Bruno Ciceri introdujo este evento importante a realizarse desde el 28 o 29 de septiembre hasta el 4 de octubre. El objetivo no es tanto mirar al pasado sino celebrar el presente con la mirada puesta en el futuro. De esta manera, está previsto que el cardenal Turkson, encargado del Dicasterio, invite a la preparación y celebración del Centenario y en discurso del Sea Sunday de este año. Se sugiere que cada país vaya pensando en actividades concretas según las posibilidades de cada uno y se comuniquen a la Oficina del Dicasterio de la Santa Sede. Se invita a que se abra la celebración del centenario ya desde 4 de octubre de 2019 para culminar en el Congreso mundial de Glasgow.
    En la intención mensual de Oración del Papa de septiembre se invitará a que se ore por el Apostolado del Mar. En este mes coincide que en el último jueves se celebra la fiesta de María Estrella de los Mares en muchos lugares. Otras acciones que se sugieren para este tema: Dar relieve al Sea Sunday de julio de 2020, realizar una colecta extraordinaria ese día para la celebración del Centenario, reforzar el dar a conocer esta pastoral en las diócesis, colaborar en un proyecto solidario concreto, difundir la historia del Stella Maris por países (elaborar un cartel resumen de esa historia para llevarlo a Glasgow), difundir en medios de comunicación este evento, difundir materiales sobre el mundo de la mar en las escuelas y la sociedad, invitar al obispo a celebrar una misa a bordo, etc. Se elaborará un logo especial conmemorativo que se enviará a todos los países junto a la invitación oficial del próximo mes de octubre 2019.

 

DOMINGO DEL MAR 2019


Oración para el Domingo del Mar
(14 de julio de 2019)

Oh Dios, Padre de inmensa ternura, mar infinito,
te damos gracias por el trabajo del millón y medio de marinos que surcan los océanos y los mares transportando cerca del 90% de los bienes de un país a otro, garantizando nuestra comodidad y nuestro bienestar.
Tú sabes que su vida está plagada de retos y adversidades, al no tener la oportunidad, debido a los reducidos tiempos de descarga y carga, de bajar a tierra para relajarse y aliviar la presión a la que están sometidos debido a las durísimas condiciones de su trabajo, agravadas por la continua amenaza que representa la piratería, y ahora también por el riesgo de ataques terroristas.
Sostenlos con Tu bendición en su trabajo, que les obliga a vivir, durante meses y meses, en el espacio confinado de una embarcación, lejos de sus familias y de sus seres queridos, a veces sin percibir su salario.
La presencia de los capellanes y de los voluntarios en los puertos nos recuerda constantemente Tu paternidad y el hecho de que ante Ti somos todos hijos y hermanos; nos recuerda el valor primordial de la persona humana antes y por encima de cualquier interés.

Oh Señor nuestro Jesucristo, Divino Timonel,
como el Padre Te envió, así Tú sigues enviando hoy día a capellanes para llevar Tu Buena Nueva al complejo y multiforme mundo marítimo.
Haz que su corazón se parezca al Tuyo, para que con compasión y discreción escuchen las preocupaciones materiales y espirituales de los marinos y de los pescadores.
Por Tu gracia puedan abrir horizontes de esperanza, sembrando a manos llenas Tu misericordia en el Sacramento de la Reconciliación, que colma de paz el corazón.

Oh Santo Espíritu, que se cierne sobre las aguas del mar
    , asiste a los capellanes y a los voluntarios del Apostolado del Mar para que, durante sus visitas cotidianas a bordo, presten especial atención y entren en contacto con cada marino y pescador, con empatía, creatividad pastoral y ternura.
      Haz que reconozcamos en los rostros de los marinos de varias nacionalidades el rostro de Tu Hijo, Jesucristo, haciéndolos capaces de hablar el lenguaje del amor que acoge a todos.
Por Tu gracia, a través de su apostolado, se puedan evitar el aislamiento y la depresión de los marinos que, asociados a un ambiente desfavorable, pueden afectar negativamente a su salud mental, a veces, con consecuencias trágicas y desgarradoras para sus familias, para los miembros mismos de la tripulación y también para los armadores.
Dónales luz y fuerza para promover un trabajo respetuoso con la dignidad de la persona y la audacia profética de denunciar las injusticias de los armadores sin escrúpulos, que en muchas partes del mundo hacen que las condiciones de trabajo a bordo sean inhumanas. Haz que redoblen sus esfuerzos para afrontar cuestiones que con demasiada frecuencia son el resultado de la codicia humana: la trata de personas y el trabajo forzoso.
Concede sabiduría y discernimiento a las Organizaciones internacionales, a las autoridades gubernamentales y a los diversos sujetos de la industria marítima, para que realicen esfuerzos adicionales a fin de proteger y salvaguardar los derechos de quienes trabajan en el mar.
 Haz que en caso de accidentes en el mar, no se criminalice y detenga a los marinos, privándolos de la protección eficaz de la ley y de los beneficios de un trato justo.

Oh Santísima Virgen María, Stella Maris,
fortalece, inspira y guía cada acción de los capellanes y de los voluntarios, y extiende tu maternal protección a toda la gente del mar. Gloria, alabanza y honor a Ti, Padre, que a través de Tu Hijo Jesucristo en el poder del Espíritu Santo, nos guías al puerto de todas nuestras esperanzas en medio de dificultades y adversidades. Amén. ¡Aleluya!

  
Inspirada por el Mensaje del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Discurso del Santo Padre a los participantes en el encuentro de Capellanes y Voluntarios del Stella Maris - Apostolado del Mar, 27.06.2019

Misioneros de la Misericordia

Los Capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar llevan consuelo y esperanza a los marineros y pescadores.
Ciudad del Vaticano (Viernes, 28-06-2019, Gaudium Press
       El Papa Francisco recibió en audiencia a los sacerdotes que atienden pastoralmente a los marineros a través del Apostolado del Mar y anunció que les concedió una herramienta para que puedan levantar sanciones especiales en casos de conciencia que normalmente requieren la intervención de un Obispo o de la Santa Sede, en atención a las condiciones de vida y aislamiento en alta mar.
    "Muchos marinos acuden o acudirán a capellanes sacerdotes con problemas de conciencia que los hacen sufrir mucho porque nunca han tenido la oportunidad de tratar con ellos", indicó el Pontífice durante la reunión, realizada el pasado 27 de junio, según reportó Crux. "En estas situaciones, lejos de casa, de sus países, en las situaciones que hemos descrito, quizás un diálogo con el capellán abra un horizonte de esperanza".
    El consejo del Papa a los Capellanes en estos casos es: "Sean misericordiosos". "Para ayudarles con esta misericordia, concedo a todos los Capellanes de la gente de mar los mismos permisos que les di a los 'Misioneros de la misericordia', para que puedan ayudar a muchos corazones a encontrar la paz interior", anunció el Pontífice.
     Esta facultad especial, creada en 2015 con motivo del Año de la Misericordia, concedió a un grupo de sacerdotes la autoridad de levantar la pena de excomunión impuesta de manera automática en caso de realizar o cooperar con un aborto, así como la de levantar otras sanciones canónicas. Los marineros y pescadores a quienes sirve el Apostolado del Mar frecuentemente enfrentan situaciones de peligro, padecen el alejamiento de su familia y seres queridos y frecuentemente condiciones de trabajo duras y mal remuneradas, a pesar de desempeñar labores importantes para la sociedad, recordó el Papa: "Sin marineros, la economía global se paralizaría; y sin pescadores, muchas partes del mundo se morirían de hambre".
    El Pontífice destacó la importancia del Apostolado, que brinda consuelo a la gente de mar y una oportunidad de escucha, muy agradecida por los creyentes. "Este es el primer y más precioso servicio que brinda, sobre todo para aquellos que tienen pocas oportunidades similares", destacó el Papa. La labor de los Capellanes y voluntarios "es un signo de la paternidad de Dios y el hecho de que, a sus ojos, todos somos hijos, hermanos y hermanas unos de otros".
                                                                                            Con información de Crux.



 

sábado, 6 de julio de 2019


“Confía Marinero, dale a El tu timón”
A los hombres y mujeres del mar en la festividad de  nuestra Señora la Virgen del Carmen
 
      Nuevamente la Iglesia , en el día de la Virgen del Carmen , dirige su mirada hacia las  gentes del mar . Y lo hace sabiendo de sus gozos y sus tristezas y animando en este año de 2019 a reconocer que si entregamos nuestro timón al Señor de los mares –con la intercesión de la Virgen del Carmen – la barca de nuestras vidas llegará a buen puerto.  
     Son muchas las dificultades y ,la complejidad de muchas situaciones y cuestiones las que afectan al mundo de la mar. Son muchas también las personas- hijos de Dios -  afectadas en su vida y trabajo por su relación con  los desafíos y oportunidades que presentan nuestros mares, océanos y áreas costeras. Son muchas las personas cuyos medios de vida dependen del mundo de la mar
       Precisamente por eso, nuestra confianza está más anclada y segura  en las manos y el corazón que conduce el timón marinero :  Nuestro Señor Jesucristo , el Hijo de Santa María. Y por tanto, este dia de las gentes del mar es momento muy apropiado para renovar nuestra confianza en El, y superar así  , innumerables y persistentes cuestiones complejas que se esconden tras algunas significativas cifras, que revelan la importancia y las aportaciones de los sectores pesqueros a la sociedad, Por ejemplo  3 mil millones de personas dependen de la pesca . De ellos 500 millones de personas de los países en vías de desarrollo, sin olvidar que el  90% de las mercancías se transportan por mar sirviendo desde un papel muy significativo a nuestra economía global transportando, de una parte a otra del globo, el 90% de los bienes que utilizamos en nuestra vida cotidiana.

25 de junio: Celebran el «Día de la Gente de Mar

     El 25 de junio de cada año se conmemora el Día de la gente de mar, establecida en 2010 en una Resolución adoptada por la Conferencia Diplomática celebrada en Manila ese año, la cual además introdujo importantes enmiendas al Convenio Internacional sobre Normas de Formación, Titulación y Guardia para la Gente de Mar (STCW). La fecha elegida coincide con el día en que concluyó la Conferencia y refleja la importancia de las enmiendas al Convenio STCWque se adoptaron ese día para el sector marítimo y para quienes prestan servicio a bordo de los buques.

       El propósito de la celebración es realzar el desempeño de este sector en el ámbito marítimo, teniendo como objetivo aumentar la conciencia social en general sobre los 1,5 millones de marinos del mundo por su singular, y con demasiada frecuencia pasada por alto, contribución que hacen al bienestar de todos nosotros; dando a conocer al mundo entero el indispensable trabajo que realiza dicho sector y la importancia del mismo para el desarrollo del comercio marítimo internacional y, por lo tanto, de la economía mundial.

    Tal como describe el Secretario General de OMI, Sr. Kitack Lim en su mensaje sobre este día, es muy común que el marino se sienta solo y aislado durante su jornada laboral y por lo tanto comience a sentir que “no importa”. Particularmente, el lema elegido por la OMI para este año, pretende atender el bienestar de los marinos, haciendo hincapié en su salud mental, elemento fundamental para un actor de vital importancia para el ámbito marítimo, y por lo cual invita a todos los Gobiernos, organizaciones y compañías navieras, propietarios de buques y demás involucrados en dicho ámbito a unírsele en esta celebración.

      Uno de los aspectos clave de la campaña de este año consistirá en involucrar a la gente de mar a través de un cuestionario en línea elaborado por la OMI, para pedirle su opinión sobre los cambios que podrían mejorar su vida en el mar.

      Esta celebración es una oportunidad de homenajear a la gente de mar, así como una instancia de reflexión acerca de la importancia de la labor del marino, lo indispensable que es su profesión, sumamente técnica, que requiere aptitudes, conocimientos y experiencia considerables, además del impacto que genera en el transporte marítimo nacional e internacional.

     Es sabido que hoy, más que nunca, la profesión de marino requiere personal cualificado y con una formación de alto nivel, personas que tengan el valor, la fortaleza y la resolución para pasar prolongados períodos de tiempo lejos de sus hogares, además de la competencia profesional y los medios para hacer frente a los peligros y desafíos que el mar y las condiciones climatológicas pueden representar.

       Exhortamos a realizar una breve pausa en la agitada cotidianidad, para analizar y visualizar por un momento lo que realmente conlleva dicha profesión, y recordar las condiciones en las que la gente de mar se desempeña y transcurre su vida laboral.

Son estos los motivos que nos llevan a reconocer y valorar todo el esfuerzo y entrega diaria de este sector marítimo, y en consecuencia desearles a nuestros marinos y a toda la gente de mar un… ¡Feliz día y merecido homenaje!

 
LA ESPIRITUALIDAD DE LOS MARINOS Y PESCADORES
Pe. Alfredo J. Gonçalves, CS
      Saudade es una palabra típicamente portuguesa, con una traducción cercana de “nostalgia”. En su origen, está fuertemente vinculada a la aventura histórica de las navegaciones, en el siglo XVI. Se puede decir que esa palabra tiene su cuna en el mar. Los marinos y pescadores, en sus prolongadas ausencias de meses y a veces de años, sufren saudade de la tierra, de sus familiares, de sus hogares, de su amada, en fin, de su patria. El término tiene sí un sabor de nostalgia, pero es difícil traducir en otro idioma lo que es más típico del concepto portugués de saudade.
      Yo mismo he nacido en una isla portuguesa – Madera – y todos los días me deparaba con las olas del mar, ellas me han hecho desarrollar sueños de aventuras por el océano y, aunque jamás los haya realizado, he me dado cuenta de la fuerte atracción que ejerce la tierra firme para quien se encuentra sobre las aguas. Tierra y agua constituyen dos polos que mutua y contradictoriamente se atraen y se excluyen.
    Hay un poema de Fernando Pessoa que expresa muy bien lo que estamos tratando de decir. Voy a citarlo en portugués. Quizás alguien pueda después traducirlo:

                        Oh mar salgado, quanto de teu sal são lágrimas de Portugal?
                        Por te cruzarmos, quantas noivas ficarão por casar,
                        Quantas mães e viúvas vivem a chorar!
                        Valeu a pena?
                        Tudo vale a pena quando a alma não é pequena.
                        Pois Deus ao mar o abismo deu,
                        Mas nele é que espelhou o céu!”

Oh mar salado, cuanto de su sal, son lagrimas de Portugal
Por ti cruzaron, cuantas novias se quedaron sin casar
Cuantas madres y viudas viven para llorar
¿Valio La pena?
Todo vale pena cuando el alma es pequeña
Pues Dios al mar, abismo dio

      Este concepto de saudade puede servir de puente para plantear el tema de “la espiritualidad de los marinos y pescadores”. Desde San Agustín hasta los días de hoy, pasando por los documentos de la Doctrina Social de la Iglesia, sabemos que todos somos extranjeros en la ciudad terrestre, caminando hacia la ciudad de Dios. No es difícil imaginar que entre los marinos y pescadores, además del sueño de volver a su familia y, como ciudadano, a su patria, también “tiene el corazón inquieto hasta que no descansa en Dios”, para seguir con San Agustín. El mismo Jesucristo transforma los pescadores en sus primeros apóstoles, tal vez para recordarnos que estos hombres del mar tienen gran sensibilidad para todos aquellos que buscan la patria definitiva.
     El mar tiene sus riesgos y “sus abismos”, para seguir Fernando Pessoa, pero alarga el alma, no permite que se quede pequeña. Navegar sobre las olas hace reflexionar sobre lo importante que es tener los pies sobre la tierra firme. Por otro lado, hace reflexionar también en la grandeza de los océanos, del planeta, del firmamento, del universo e del mismo Creador. Navegar días o meses sobre el agua, entre el azul del mar y el azul del cielo, lleva a mantener el espíritu abierto a la presencia de Dios.

Encuentro del Papa Francisco y el Apostolado del Mar



Escuchar, “vuestro servicio a marineros y pescadores” 

Papa Francisco a los capellanes y voluntarios de ‘Stella Maris’
Apostolado del mar

    (ZENIT- 27 junio 2019).- “Vuestro servicio a los marineros y pescadores es, sobre todo, escucharlos, escuchar sus preocupaciones materiales y espirituales. ‘La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores'” (Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 171), expuso el Papa Francisco.
    Hoy, 27 de junio de 2019, el Santo Padre se reunió en audiencia con los participantes en el encuentro de capellanes y voluntarios de Stella Maris- Apostolado del Mar, las personas que trabajan en los puertos europeos y están al servicio de la gente de mar y de los pescadores.
    Según señaló el Papa en su discurso, el apostolado de Stella Maris está presente en más de 300 puertos del todo el mundo y ofrece asistencia espiritual y material a marineros, pescadores y sus familias.
     El Pontífice resaltó la importancia de la industria marítima y la gente del mar para la economía y el sustento de la sociedad mundial y pidió a los presentes que transmitieran a pescadores y marineros “mi aprecio y mi aliento”.
     Asimismo, describió que la vida de estos profesionales está marcada por el aislamiento y la lejanía y también por el abuso y la injusticia (traficantes de personas, chantajes de trabajo forzoso, salarios no cobrados, abandono en puertos lejanos), por los peligros de la naturaleza y por los ataques de la piratería y del terrorismo.
     Es por ello que los capellanes y voluntarios de Stella Maris en sus visitas a los barcos deben dirigirse a estas personas “con compasión y discreción, les dais la oportunidad de abrir sus corazones, y esto es lo primero, muy valioso, especialmente para las personas que tienen muy pocas oportunidades de hacerlo”, explicó Francisco.
     Después de la escucha, el Papa exhortó a los miembros de este apostolado marítimo a la acción, a esforzarse para abordar los problemas que estas personas enfrentan: “Pienso en la trata de seres humanos, el trabajo forzado y la violación de los derechos humanos y laborales de tantos hombres y mujeres que viven y trabajan en los mares. Con vuestro servicio podéis contribuir a devolver a estas personas el sentido de su dignidad”.
    Igualmente, el Obispo de Roma subrayó que la labor de Stella Maris puede ayudar a las personas a no rendirse y a mantener la esperanza: “vuestra presencia en los puertos, tanto grandes como pequeños, debería ser en sí misma un recordatorio de la paternidad de Dios y del hecho de que ante Él todos somos hijos y hermanos; una referencia al valor primario de la persona humana antes y por encima de cualquier  interés; y un incentivo para todos, comenzando por los más pobres, a esforzarse por la justicia y el respeto de los derechos fundamentales”, dijo.
     Por último, el Santo Padre, antes de terminar, pidió a los sacerdotes que atienden las almas de estos profesionales del mar: “Sed misericordiosos, sed misericordiosos. Y para favorecer esta misericordia, concedo a todos los capellanes de los marineros las mismas facultades que concedí a los Misioneros de la Misericordia. Así, podréis  ayudar a que haya  paz en tantos corazones”.
      A continuación se expone el discurso completo del Papa Francisco.

Discurso del Santo Padre

Queridas hermanas y hermanos,

      Os recibo con alegría y doy las gracias al cardenal Turkson por sus palabras y por haberme presentado a vosotros, directores nacionales, capellanes y voluntarios de Stella Maris – Apostolado del Mar, con motivo de la reunión celebrada aquí en Roma en los últimos días. Os  doy la bienvenida a todos y confío en que el encuentro haya sido fructífero.
     Vuestro encuentro ha reunido a capellanes y voluntarios que trabajan en los puertos europeos al servicio de la gente de mar y de los pescadores, que con su arduo trabajo nos traen los productos que necesitamos todos los días. El apostolado de Stella Maris está activo en más de 300 puertos en todo el mundo para ofrecer asistencia espiritual y material a muchos marineros, pescadores y a sus familias dispersas en tantos lugares.
     Con más del noventa por ciento del comercio mundial que transportan  barcos de todo tipo, la dependencia de nuestra sociedad de la industria marítima es indiscutible. Sin la gente de mar, la economía mundial se detendría; y sin los pescadores, muchas partes del mundo sufrirían de hambre. Quisiera que mi aprecio  y mi aliento llegasen a los marineros y pescadores que encontráis, muchos de los cuales trabajan por largos períodos, a miles de kilómetros de su país y de sus familias.