lunes, 9 de octubre de 2017

La ciudad de Kaohsiun, en Taiwán con el mundo del mar

Atrapados en la red
          La soledad se hace abismal allá donde no pasa nadie ni nada. Trabajar en el mar no tiene las mismas reglas para todos. Una vez más la delgada línea norte / sur nos descubre la tragedia de miles de personas, hombres, mujeres y niños que dentro de pequeños o grandes barcos faenan en el mar en condiciones a veces infrahumanas, caen en manos de la delincuencia organizada o son víctimas de la trata laboral. Ni siquiera aparecen en los registros, carecen de identidad. No cuentan. No existen. No valen. Al menos para sus armadores y para los que vivimos en secano. Son parte de un mundo exterior ante el que tantas veces nos amurallamos.

         Del 1 al 7 de octubre se celebra en la ciudad de Kaohsiun, en Taiwán, el XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar, que en esta edición lleva el sugerente título de Atrapados en la red. Según la FAO, 53 millones de personas se dedican a la pesca en el mundo. De ellas el 84 % son asiáticas, el 10 % provienen África y el 4 % de América Latina y el Caribe, mientras que Europa y Oceanía no tienen ni siquiera el 1 %. Si tú eres británico no te subirás a un barco por menos de 3.000 libras, pero si eres filipino, por ejemplo, lo harás por 100 dólares al mes, aunque haya capataces que te traten como excedente humano. Escombros. Desechos a los que no importa abandonar en puerto cuando ya no hay dinero ni para alimentos ni para nóminas. Las nuevas formas de trasladar mercancías en inmensos barcos cargados de contenedores impiden que las tripulaciones puedan permanecer apenas unas horas en tierra firme. En el mar se trabaja sin horarios. Los bancos de peces aparecen sin cita. Se pesca y ya. En aguas internacionales el capitán es dios y se convierte en un tirano capaz de realizar abusos verbales o físicos sin control.
       De ahí la preocupación de la Iglesia y el trabajo silencioso del apostolado del mar, con capellanes y voluntarios diseminados por los puertos para llevarles alimentos, incluso facilitarles wifi para que puedan comunicarse con sus familias tras meses –o años– en el mar sin saber de ellos, ocuparse de enfermos que son abandonados en el puerto, llorar a los muertos de cualquier religión, intentar mediar para que a las familias les llegue el dinero convenido durante las largas ausencias del cabeza de familia. Es hora de reconfortar a todos los que se encuentran atrapados en la red y quizás, con suerte, reconstruyamos también el corazón de la humanidad.

Eva Fernández ( Alfa y Omega)

XXIV Congreso Mundial del Apostolado del mar en Taiwan

La Archidiócesis de Santiago de Compoestela,
presente en el XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar en Taiwan

     El XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar, que se celebra del 1 al 7 de octubre en la ciudad de Kaohsiung en Taiwan, lleva el título ‘Caught in the net‘ (Atrapados en la red) y aborda el tema de la pesca, el tráfico de seres humanos y trabajo forzado, que afecta también a mujeres y niños.
      El congreso ha sido organizado por el Apostolado del Mar, que se encuentra dentro del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, en colaboración con la Conferencia Episcopal de Taiwan, de la embajada de Taiwan ante la Santa Sede y por el Ministerio de Exteriores de Taiwan, evento en el que participan más de 250 personas de al menos 52 países.
      El motivo por el cual fue elegido un país de Oriente, fue porque “según las estadísticas de la FAO, de los 53 millones de personas que se dedican a la pesca el 84 por ciento son asiáticos, el 10 por ciento provienen África y el 4 por ciento de América Latina y el Caribe, mientras que Europa y Oceanía no tienen ni siquiera el uno por ciento. Por lo tanto era lógico hacerlo en Asia”.
       Es importante destacar también que “el Apostolado del Mar es uno de los socios fundadores del International Christian Maritime Association (ICMA) que reúne 28 denominaciones cristianas que trabajan en el Mar, anglicanos, baptistas, etc”. Y que “en el congreso estará también el secretario general del Icma, un canadiense baptista”.
       Participarán en el evento representando a la Santa Sede el cardenal Petter Turkson, prefecto del Dicasterio; el cardenal Charles Bo, de Myanmar; y Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Hay que poner de relieve que “los voluntarios del Apostolado del Mar visitaron en el último año unos 70 mil barcos, lo que significa haber tomado contacto con casi un millón de personas. Hoy con el sistema de containers los barcos se quedan pocas horas en los puertos y estos  atracan cada vez más lejos de la ciudad, dificultando el contacto de la tripulación con la tierra firme. Destacar que los marineros tienen poco tiempo incluso para comprar elementos de primera necesidad, o solo tienen dólares lo que les dificulta pagar en algunos países. Los pescadores no tiene horarios, cuando encuentran el banco de peces se pesca y basta.  Un europeo por quinientas libras esterlinas no trabaja en el sector, en cambio en Asia, incluso por cien dólares al mes lo hacen, porque contrariamente se moriría de hambre.
     En aguas internacionales, el capitán se vuelve el dios absoluto de la nave, pudiendo realizar abusos verbales o físicos, porque no hay nadie que pueda controlar o evitarlo y lo mismo sucede con los pescadores.
        Por todo esto, el Apostolado del Mar es una presencia de la Iglesia en el medio de ellos, incluso cuando hay desgracias y alguno muere, nuestro capellán va a bordo y hace un servicio fúnebre católico o ecuménico en ese momento de dolor”.
Ejemplos de casos que se encuentra el Apostolado del Mar:
1º. Unos filipinos que estuvieron tres años sin poder bajar de un barco, contra su voluntad y sin lograr hacer nada para evitarlo.
2º. Marineros que se embarcan y después a sus familias no le pagan lo convenido.
3º. La falta de comunicación fuera de la nave. Por esto cuando los voluntarios del A.M, van a los barcos, llevan wifi, para que los marineros puedan comunicarse con sus familias.
4º. Casos de naves que son abandonadas por los armadores porque no conviene repararlas, con la tripulación a bordo.
5º. Enfermos que son abandonados en los puertos.
       Los motivos que conducen a estas situaciones de injusticia son la codicia de los armadores que quieren acumular siempre más ganancias.
     Ramón Caamaño Pacin, (párroco de San Antonio de A Coruña, Delegado del apostolado del Mar de la Diócesis de Santiago de Compostela y Director Nacional del apostolado del Mar de la CEE), participa en dicho congreso con una ponencia,  que tiene como título “Los trabajadores de la pesca industrial y sus familias”, en la que se tratan en primer lugar los retos, la estructura empresarial y su impacto en el trabajador, las condiciones laborales: contratos, cotizaciones a la seguridad social, jornadas laborales, la fatiga, las retribuciones salariales, también se preocupa de la seguridad de las tripulaciones en los barcos, así como la necesidad de la formación.
      En segundo lugar se ocupa del impacto en la vida familiar, la separación de la familia del trabajador de la pesca industrial, así como el papel de la mujer del marino en la vida familiar, las repercusiones que tiene en la educación de los hijos, las relaciones sociales ( ya que el trabajador del mar es un hombre sin “VOZ” por sus largas estancias en la mar), también se ocupa del pescador jubilado.
       Y, en tercer lugar se trata de abrir caminos para buscar soluciones a esta problemática, gestiones ante los gobiernos europeo, nacional y autonómico, creación de asociaciones de mujeres de pescadores para poner VOZ a sus maridos, creación de centros de derechos del marino para defender sus derechos, la mejora en materia de seguridad y salvamento así como en la formación de los trabajadores y la humanización del trabajo en la mar.

sábado, 7 de octubre de 2017

Thmas Kocherry y el Foro Mundial de los Pueblos Pescadores (WFFP)

Algunos  gestos del compromiso del P. Thomas Kocherry en el servicio a los demás en especial su lucha por la pesca artesanal y sostenible 


Reconocimientos internacionales
·         Mientras estudia Derecho  en la Universidad de Kerala, decide hacerse sacerdote redentorista luego de conocer a J. Anthoni, miembro de esta congregación  La razón que le da es que desea servir a los pobres. Se  ordena sacerdote en 1971
·         A finales de 1970, los pescadores de Kerala comenzaron a organizarse y hacer valer sus derechos sobre toda una serie de cuestiones. Establecieron una organización llamada la Federación Kerala Pescadores
·         En 1978, Kocherry jugó un papel decisivo en la creación de una cooperativa de pescadores pobres, salvándolos de la explotación por parte de los propietarios de embarcaciones mecanizadas.
·         En  1982 la lucha de los trabajadores pesqueros adquiere carácter nacional, creando  el Foro Nacional de Trabajadores de la Pesca;
·         En 1983, realiza un ayuno durante 21 días amenazando  continuarlo hasta su propia muerte exigiendo una prohibición de la pesca de arrastre durante la temporada de monzones.
·         En 1987 asume la presidencia  del  Foro Nacional de la pesca( NFF) iniciando un largo periodo para hacer que fuera la voz de las comunidades pesqueras
·         En 1989, cuando se enteró de los planes del gobierno para la planta en Koodankulam, encabezó una manifestación masiva de los pescadores llamada la marcha de Kanyakumari
·         A mediados de la década de 1990 lideró una campaña nacional para detener el plan del Gobierno de la Unión de abrir las aguas pesqueras del país a la industria de una flota cada vez mayor de 2.600 grandes arrastreros extranjeros 
·         De nuevo en 1994 Tom condujo al Foro Nacional de pescadores, NFF, en una campaña nacional contra una nueva política sobre la expedición de licencias a pesqueros de otros países para faenar en la zona exclusiva de la India
·         El Foro Mundial de los pescadores y Trabajadores de la Pesca WFF es el resultado de la reunión de representantes de organizaciones de pescadores originarios de cuatro continentes que tuvo lugar en la ciudad de Québec en octubre de 1995.
·         Es en Nueva Delhi  donde se propone el 21  de noviembre día de los pueblos pescadores Después, en  1998, se celebraría ese acuerdo, por primera vez, en el Congreso de Sri Lanka
·         Participa  en  la Convención  antinuclear de Nueva Dehli  que fue organizada en  noviembre del 2000 por unas 100 organizaciones antinucleares de toda la India
·         Fue encarcelado 13 veces.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL ( entre otros )

       Recibió la medalla de oro de la comunidad de FIAN Internacional para la Protección de los Derechos Humanos en 1997.
      En 1998 se le otorgó el Premio como Fideicomisario de la Tierra por la Fundación Sociedad de la Tierra por su contribución en la preservación y promoción de la ecología marina.
       Kocherry nunca fue una celebridad en su Pais ,  aunque ganó el Premio Internacional del Medio Ambiente y el Desarrollo de Noruega en 1999,

Stella Maris Tenerife 

miércoles, 4 de octubre de 2017

Atrapados en la red



Mensaje del Papa para el XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar:

“Aprendamos de los pescadores”

  RV).- “Que los cristianos puedan reconocer la valiosa lección que podemos aprender de aquellos que trabajan en el sector pesquero, sobre una Iglesia que da espacio al misterio de Dios; una Iglesia que alberga en sí misma este misterio, de manera que pueda maravillar a la gente y atraerla”, es el aliento del Papa Francisco en su mensaje, firmado por el Cardenal Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin y dirigido a los participantes en el XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar, reunidos en Kaohsiung, Taiwán, del 1 al 7 de octubre de 2017, bajo el tema: “Atrapados en la red”.
       Además, Su Santidad reza para que los “Obispos, Sacerdotes, Religiosos y fieles laicos – se lee en el comunicado – reunidos en este significativo Congreso refuercen su apoyo a todos los que trabajan en el mar”. Asimismo, el Pontífice – señala el documento – confía a la gente de mar y a sus familias a la intercesión de la bienaventurada Virgen María, Stella Maris y Estrella de la Mañana, y transmite con alegría su bendición apostólica como prenda de paz y gozo en el Señor”.
     El Apostolado del Mar es una Organización Internacional de la Iglesia destinada a la asistencia integral de los pescadores y sus familias, independientemente de su raza, credo, lengua, nacionalidad y género; trabajando con ellos en el desarrollo de diversas prestaciones sociales.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)
 
 

martes, 3 de octubre de 2017

Domingo del mar 2017


Cardenal Turkson pide que se garanticen los derechos de los marineros

VATICANO, 09 Jul. 17 / 07:56 am (ACI).- El Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral, Cardenal Peter Turkson, pidió un mayor compromiso a la comunidad internacional para garantizar los derechos de los trabajadores del mar.
     El Prefecto realizó esta petición en un mensaje emitido con motivo del Domingo del Mar. El Cardenal recordó los muchos objetos cotidianos y alimentos que llegan a nosotros gracias “a los muchos marinos que han hecho todo lo posible para que el buque entregara, de forma segura, estas mercancías en el puerto”.
     Invitó, en este Domingo del Mar, “a reconocer y a expresar nuestro agradecimiento a esta fuerza laboral compuesta por más de 1 millón 500 mil marinos (que en su gran mayoría proceden de países en vías de desarrollo)”.
     “Gracias a su duro trabajo y a los sacrificios que hacen, nuestra vida es más cómoda puesto que transportan, de un país a otro y por los siete mares, casi el 90% de las mercancías”.
     El Cardenal quiso recordar “las dificultades y los retos a los que se tienen que enfrentar estas personas y que afectan su vida y su dignidad”.
      Así, recordó lo duro que resulta a los marinos el permanecer durante largos meses alejados de sus familias, “sigue siendo un enrome sacrificio que a menudo repercute negativamente en la vida familiar”.
      Por ello pidió a sacerdotes y Obispos que profundicen en su atención a las familias de marinos: “Es importante que en nuestro ministerio pastoral prestemos especial atención a las familias de los marinos, poniendo en marcha y respaldando la creación de grupos de apoyo para esposas de marinos al fin de proporcionar cuidado recíproco y asistencia”.
      También señaló como un peligro para los marinos “la amenaza creciente que representa el terrorismo en todo el mundo” que, además, “exige nuevas medidas de seguridad que limitan aún más, en algunos puertos, la posibilidad de que los marinos puedan bajar a tierra y a veces, incluso, que los asistentes para el bienestar puedan subir al barco”.
      En este sentido, pidió que no se aprovechen esas medidas de seguridad para discriminar a nadie. “Debemos asegurarnos de que nadie sea víctima de discriminación o se le impida bajar a tierra por razones de nacionalidad, de raza o de religión”.
     Asimismo, denunció los abusos que, en ocasiones, se perpetran contra las tripulaciones de los barcos. Si bien valoró positivamente el establecimiento de requisitos internacionales mínimos de derechos humanos y laborables para la gente del mar, “siguen siendo numerosos los casos de tripulaciones que han sido engañadas en cuanto a su salario, que son explotadas y maltratadas en su puesto de trabajo, criminalizadas injustamente por accidentes marítimos y abandonadas en puertos extranjeros”.
      Por último, también se refirió al XXIV Congreso Mundial que se celebrará en Kaohsiung, Taiwán, el próximo mes de octubre, y que tendrá por tema los pescadores y la pesca.
       “Al igual que los marinos, los pescadores transcurren mucho tiempo en el mar, a menudo a bordo de pesqueros que no están en condiciones de navegar, por lo que su profesión es considerada una de las más peligrosas del mundo y sin embargo no gozan de los mismos derechos que los marinos, es decir, sueldos y beneficios netamente inferiores”, afirmó.
      Lamentó que “el sector pesquero está plagado de casos de trata de seres humanos, de trabajo forzoso y de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”.
      Finalmente, renovó su invitación “invitación a participar en este Congreso, no solo a los expertos, sino también al mayor número de capellanes y de voluntarios, porque la pesca y los pescadores son una preocupación del Apostolado del Mar y no solo de quienes están personalmente involucrados en este sector”.

 

 

 

 

 

 

 

Congreso en Taiwan

Congreso del Apostolado del Mar en Taiwan: “Atrapados en la red”
Contra el tráfico de seres humanos y condiciones inhumanas, incluso de mujeres y niños
     (ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar, que se realizará del 1 al 7 de octubre en la ciudad de Kaohsiun en Taiwan, lleva el título ‘Caught in the net‘ (atrapados en la red) y abordará el tema de la pesca, el tráfico de seres humanos y trabajo forzado, que afecta también a mujeres y niños.
    El padre Bruno Ciceri, delegado de la Santa Sede para el Apostolado del Mar y oficial del Dicasterio del Desarrollo Humano Integral, explicó este miércoles a los periodistas presentes en la Sala de prensa de la Santa Sede, algunos particulares poco conocidos del tema.

     Interrogado por ZENIT, el padre Ciceri, señaló que el congreso ha sido organizado por el Apostolado del Mar, que se encuentra dentro del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, en colaboración con la Conferencia Episcopal de Taiwan, de la embajada de Taiwan ante la Santa Sede y por el Ministerio de Exteriores de Taiwan, en un evento en el que participarán más de 250 personas de al menos 52 países.
       Sobre el motivo por el cual fue elegido un país de Oriente, el padre Ciceri señaló que “según las estadísticas de la FAO, de los 53 millones de personas que se dedican a la pesca el 84 por ciento son asiáticos, el 10 por ciento provienen Africa y el 4 por ciento de América Latina y el Caribe, mientras que Europa y Oceanía no tienen ni siquiera el uno por ciento. Por lo tanto era lógico hacerlo en Asia”.
      Señaló también que “el Apostolado del Mar es uno de los socios fundadores del International Christian Maritain Association (ICMA) que reúne 28 denominaciones cristianas que trabajan en el Mar, anglicanos, bautistas, etc”. Y que “en el congreso estará también el secretario general del Icma, un canadiense bautista”.
     Participarán en el evento representando a la Santa Sede el cardenal Petter Turkson, prefecto del Dicasterio; el cardenal Charles Bo, de Myanmar; y Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias.
     Durante las informaciones que dio en la rueda de prensa el padre Ciceri precisó que “los voluntarios del Apostolado del Mar visitaron en el último año unos 70 mil barcos, lo que significa haber tomado contacto con casi un millón de personas”.
      Explicó que “hoy con el sistema de containers los barcos se quedan pocas horas en los puertos y estos están construidos cada vez más lejos de la ciudad, dificultando el contacto de la tripulación con la tierra firme”. Al punto que los marineros o marítimos “tienen poco tiempo incluso para comprar elementos de primera necesidad, o solo tienen dólares lo que les dificulta pagar el algunos países”.
      Indicó que “el pescador no tiene horarios, cuando encuentran el banco de pescados se pesca y basta”. Y que “un británico por quinientas esterlinas no trabaja en el sector, en cambio en Asia, incluso por cien dólares al mes lo hacen, porque contrariamente se moriría de hambre”.
     En aguas internacionales “el capitán se vuelve el dios absoluto de la nave” precisó, pudiendo “realizar abusos verbales o físicos”, porque no hay nadie que pueda controlar o evitarlo y “lo mismo sucede con los pescadores”.
      Señaló que por ello “el Apostolado del Mar es una presencia de la Iglesia en el medio de ellos”, incluso “cuando hay desgracias y alguno muere, nuestro capellán va abordo y hace un servicio fúnebre ecuménico en este momento de dolor”.
      Comentó entre sus experiencias en primera persona el caso de unos filipinos que “estuvieron tres años sin poder bajar de un barco, contra su voluntad y sin lograr hacer nada para evitarlo”.
      Además de caso de “marineros que se embarcan y después a sus familias no le pagan lo convenido”, o “la falta de comunicación fuera de la nave”. Por ello cuando ellos van a los barcos, llevan wifi, para que los marineros “puedan comunicarse con sus familias”. Comentó incluso el caso de “naves que son abandonadas por los armadores” porque no conviene repararlas, con la tripulación a bordo, o de enfermos que son “abandonados en los puertos”. Entre los motivos señaló la codicia de “los armadores que quieren acumular siempre más ganancias”.