miércoles, 1 de julio de 2020

Cristina de Castro


ROSA DOS VENTOS
La mejor defensa de las familias del mar
 
      Aunque sabemos que en nuestra vida tendremos que ver partir a algunos de nuestros seres queridos, cuando esto sucede, siempre nos sobresalta. Conocimos a Cristina de Castro y a Maricarmen Grobas del Apostolado del Mar en 1988, cuando nuestros maridos estaban embarcados en el caladero Banco Canario-Sahariano, negociando el Primer Convenio Colectivo para esa flota (cotizaciones dignas, salario garantizado y vacaciones retribuidas).
     Cristina acostumbraba a decirnos que éramos muy valientes por educar a nuestros hijos solas, con el padre ausente, desempeñando nosotras el rol de madre y padre a la vez. Siempre hablaba de los marineros con admiración y nos decía "Llevan una vida muy dura, con jornadas de 18 y 20 horas? que los enrudecen. Debéis ser comprensivas". Así empezamos a descubrir la humanidad de Cristina, su generosidad y su respeto por las familias marineras.
      En 1990, nos propuso crear una asociación. Aunque al principio nos dio miedo, Cristina nos animó y nos lo puso todo tan fácil que finalmente aceptamos, y así nació Rosa dos Ventos. En el año 2008 la revista de la asociación, Boga, tituló en su portada "EL TRABAJO EN LA MAR, LA ESCLAVITUD SILENCIOSA DEL SIGLO XXI". Cristina hizo llegar esta revista a todos los despachos de las autoridades responsables de la pesca: había que conseguir jornadas laborales de menos horas, campañas más cortas, barcos más seguros y habitables, y más conciliación familiar para las familias marineras.
     Cristina fue un referente en la lucha por dignificar la vida de los marineros. Denunció -tanto en Madrid como en Bruselas, frente a ministros, parlamentarios y concelleiros- los abusos de los empresarios de la pesca hacia sus trabajadores. En una comparecencia afirmó que los inspectores dejaban salir al mar barcos sin las condiciones de seguridad mínimas y que "más que barcos eran ataúdes flotantes". Mejorar la calidad de vida de los marineros era su meta en la vida.
     Cristina nos dejó el pasado día 7 y, por desgracia, tuvimos que despedirla en silencio, desde casa, confinados, cuando ella se merecía nuestra presencia, nuestro cariño, respeto y agradecimiento a esa mujer tenaz, fuerte, luchadora, humana y con mucha fe. Gracias Cristina, por tus enseñanzas, tu inquietud y tu lealtad hacia la gente del mar. Gracias por ser La Capitana y El Timón de Rosa dos Ventos durante 30 años. Mientras nosotras sigamos vivas estarás siempre en nuestros corazones. Nosotras pensamos que los seres queridos no mueren jamás, porque viven siempre en el recuerdo y en el corazón de quienes los aman.
*Presidenta de la Asociación Rosa dos Ventos
Modesta Cancelas* 15.04.2020 | 00:38
 

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