jueves, 15 de marzo de 2018

Encuentro de D.José María García Lahiguera con los marinos


Obispo Promotor del AM en España
      En 1968 Mnr. José María García Lahiguera (1964-1969) Obispo de Huelva es nombrado Obispo Promotor del AM en España y  en 1969 Arzobispo de Valencia  Por entonces D. José Ignacio Palacio era Director Nacional  del Apostolado del mar  en España
     Ya queda dicho cómo don Pedro Cantero dedicó una especialísima atención a los problemas pastorales de los hombres de la mar, instituyendo el Apostolado del Mar en la diócesis. García Lahiguera no sólo asumió con plena responsabilidad aquellas líneas pastorales, sino que se vio aún más comprometido al ser nombrado  Obispo promotor del Apostolado del Mar en España .
       El Stella Maris se convirtió en el centro de la vida de los hombres del mar de Huelva, tanto de la actividad ordinaria del club y de la escuela náutico pesquera, como de los problemas puntuales o de fondo que les afectaba. El naufragio del pesquero Trincher, que conmocionó a toda la ciudad, tuvo en Stella Maris el lugar más idóneo para instalar la capilla ardiente, siendo oficiados por el prelado los oficios de exequias, el 1 de febrero.
     Siguiendo las sugerencias del equipo sacerdotal que dirigían brillantemente el apostolado del mar en los puertos de las provincia, Huelva, Lepe, Isla Cristina, Ayamonte, emprendió un viaje a Dakar en el mercante Sierra Espuña, como un gesto profético. El obispo, viviendo en un estrecho camarote y compartiendo sus mismas condiciones de vida, hizo patente la preocupación del Pastor por los problemas humanos y religiosos de la sufrida gente del mar. El viaje duró desde el 26 de febrero hasta el 9 de marzo de 1968, y le acompañaron Ignacio Palacios, entonces director de Stella Maris, y José López Boza.
       El viaje a Dakar, a bordo del "Sierra Espuña" de la Compañía Naviera del Norte, duró del 26 de febrero al 9 de marzo de 1968. (Algunos tripulantes:El Capitán era D. M. Aranguren,  también navarro el Jede de Máquinas. D. Manuel López Blanco- Cádiz-  1ºOficial de máquinas D. José Gallastegui de Lequeitio; .D. Guillermo Dolozaga  de Bermeo 1er Oficial cubierta y D. José Santana Serviño de Vew-Galicia
    El lugar de destino - Dakar - fue elegido por el elevado contingente de onubenses que faenaban en aguas del Senegal o trabajaban en el puerto de la capital. Fue precedido de varias reuniones del Prelado con las familias de los pescadores, tanto en Huelva como en otros pueblos costeros (Lepe, Cartaya, Isla Cristina), en las que don José María se fotografiaba con los familiares, hacía grabar cintas con mensajes a los pescadores, y recogía paquetes para entregarlos en Dakar. Así pudo llevar más de 200 fotos, 19 "casetes" con cintas grabadas y más de 100 paquetes que hicieron felices, por unas horas, a aquellos buenos hombres del mar.
El 9 de febrero de 1968, antes de emprender su viaje, dirigió una carta a las familias de trabajadores del mar en la que les dijo:
"Estimada Familia:
   Sobre mi conciencia de obispo y Pastor de todos pesa el inmenso mundo de los hombres de la mar. . . Tantos y tantos marinos de Huelva que lejos de la tierra y de sus seres queridos durante meses, trabajan en aguas de la costa africana.. Quiero conocerles, conocer su ambiente de trabajo, conocer su barco, y por ello he decidido embarcarme, recorrer la ruta a donde ellos van, y recalar en DAKAR para compartir allí durante algunos días su vida.
     Pero como el mundo de la mar no lo forman sólo los hombres que se van, sino también lías esposos que se quedan, sus familias que sufren la separación, quiero asimismo conocer y saludar a estas familias, compartir con ellas su soledad y la distancia de sus seres queridos, antes de emprender mi viaje: Porque, para comprender al hombre de la mar hay que conocer antes su ^hogar.
     Por ello, os invito a una reunión sencilla donde podamos conocernos y saludarnos y me ofrezco desde ahora a ser portador de un gran saludo y mensajes de amor para vuestros seres queridos en DAKAR. Me ofrezco también personalmente a llevar todo aquello que pueda ser para vuestros familiares recuerdo grato: paquetes, cartas, vuestra misma voz grabada en cinta magnetofónica.
     Los Capellanes del Apostolado del Mar, Padre Ignacio y Padre José, que me acompañarán en mi viaje, os indicarán el día, la hora y el lugar de nuestra reunión en la que cuento con vuestra asistencia.
    El viaje es un viaje misionero al modo de San Pablo que embarcó también, para llevar hasta los más alejados mares su mensaje de amor y fraternidad.
     Quiero llevar ese mensaje de amor en vuestro nombre a todos vuestros familiares alejados de su hogar.
     Hasta pronto que nos veremos, os bendice en el Señor"

       En el Centro "Stella Maris" de Huelva, el Siervo de Dios conversó con cada familia de los marineros en particular. Un total de 200 fotografías y 10 rollos de cintas, junto con multitud de paquetes fue el resultado de esas entrevistas y el bagaje humano, onubense, que junto al espiritual, distribuiría el obispo a los marineros
     La presencia del Siervo de Dios a bordo fue como una comente nueva de alegría y de optimismo ^ su sencillez y cordialidad se ganaron el afecto de todos los hombres y casi todos ellos se confesaron y comulgaron. Todos se sintieron mucho más cerca de Dios.
    Quiso experimentar en vivo lo duro de aquella vida de la mar, o como dice la Carta a los Hebreos, «por lo que padeció aprendió la misericordia o compasión... para ser buen pontífice».
    De este modo le fue fácil darse a conocer acercándose a los pesqueros, y a los que no podían llegar por la distancia les habló por radio, entregándoles o haciéndoles llegar pequeños paquetes de obsequios de sus familiares y recogiendo los mensajes grabados por ellos para entregárselos a sus familias. Este detalle tan paternal les reveló la grandeza de corazón de su obispo
     Al embarcar en el "Sierra Espuña" el Siervo de Dios fue recibido por el capitán Joaquín Aranguren y varios miembros de la tripulación. Después de saludarles cariñosamente procedió a instalar el Sagrario en su camarote. Al preguntarle si estaba contento de realizar este viaje dijo que lo deseaba mucho y que su viaje era exclusivamente de carácter pastoral:
       El 19 de abril era nombrado  Obispo Promotor del Apostolado del Mar en España. El 4 de junio de 1968 dirigió una exhortación pastoral en la que se hacía eco de los profundos cambios técnicos en el mundo de la pesca, que permite una mayor autonomía a los barcos, pero que afecta a la vida familiar de los marineros por sus prolongadas ausencias, y que no siempre supone mejoras en las condiciones de los contratos y en las condiciones de trabajo a bordo. Proclamaba que todo progreso técnico debe ir acompañado del progreso social y humano.
     El segundo viaje lo realizó a los lejanos caladeros de Terranova, en este caso como Obispo Promotor nacional del Apostolado del Mar, y en avión. Fueron 13 días, desde el 15 al 28 de abril de 1969. En aquella ocasión pudo compartir en directo la tragedia del accidente del bacaladero Sierra López, en el que perdieron la vida dos marineros y otro resultó herido. En una exhortación pastoral, fechada en Saint Pierre (Terranova), el 23 de abril de 1969, describía como testigo presencial las deficientes condiciones de vida y de trabajo de los pescadores destacados en Terranova y la lamentable situación psicológica y social, para terminar con un angustioso llamamiento a todos los que podían y debían mejorarlas.


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