martes, 3 de octubre de 2017

Domingo del mar 2017


Cardenal Turkson pide que se garanticen los derechos de los marineros

VATICANO, 09 Jul. 17 / 07:56 am (ACI).- El Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral, Cardenal Peter Turkson, pidió un mayor compromiso a la comunidad internacional para garantizar los derechos de los trabajadores del mar.
     El Prefecto realizó esta petición en un mensaje emitido con motivo del Domingo del Mar. El Cardenal recordó los muchos objetos cotidianos y alimentos que llegan a nosotros gracias “a los muchos marinos que han hecho todo lo posible para que el buque entregara, de forma segura, estas mercancías en el puerto”.
     Invitó, en este Domingo del Mar, “a reconocer y a expresar nuestro agradecimiento a esta fuerza laboral compuesta por más de 1 millón 500 mil marinos (que en su gran mayoría proceden de países en vías de desarrollo)”.
     “Gracias a su duro trabajo y a los sacrificios que hacen, nuestra vida es más cómoda puesto que transportan, de un país a otro y por los siete mares, casi el 90% de las mercancías”.
     El Cardenal quiso recordar “las dificultades y los retos a los que se tienen que enfrentar estas personas y que afectan su vida y su dignidad”.
      Así, recordó lo duro que resulta a los marinos el permanecer durante largos meses alejados de sus familias, “sigue siendo un enrome sacrificio que a menudo repercute negativamente en la vida familiar”.
      Por ello pidió a sacerdotes y Obispos que profundicen en su atención a las familias de marinos: “Es importante que en nuestro ministerio pastoral prestemos especial atención a las familias de los marinos, poniendo en marcha y respaldando la creación de grupos de apoyo para esposas de marinos al fin de proporcionar cuidado recíproco y asistencia”.
      También señaló como un peligro para los marinos “la amenaza creciente que representa el terrorismo en todo el mundo” que, además, “exige nuevas medidas de seguridad que limitan aún más, en algunos puertos, la posibilidad de que los marinos puedan bajar a tierra y a veces, incluso, que los asistentes para el bienestar puedan subir al barco”.
      En este sentido, pidió que no se aprovechen esas medidas de seguridad para discriminar a nadie. “Debemos asegurarnos de que nadie sea víctima de discriminación o se le impida bajar a tierra por razones de nacionalidad, de raza o de religión”.
     Asimismo, denunció los abusos que, en ocasiones, se perpetran contra las tripulaciones de los barcos. Si bien valoró positivamente el establecimiento de requisitos internacionales mínimos de derechos humanos y laborables para la gente del mar, “siguen siendo numerosos los casos de tripulaciones que han sido engañadas en cuanto a su salario, que son explotadas y maltratadas en su puesto de trabajo, criminalizadas injustamente por accidentes marítimos y abandonadas en puertos extranjeros”.
      Por último, también se refirió al XXIV Congreso Mundial que se celebrará en Kaohsiung, Taiwán, el próximo mes de octubre, y que tendrá por tema los pescadores y la pesca.
       “Al igual que los marinos, los pescadores transcurren mucho tiempo en el mar, a menudo a bordo de pesqueros que no están en condiciones de navegar, por lo que su profesión es considerada una de las más peligrosas del mundo y sin embargo no gozan de los mismos derechos que los marinos, es decir, sueldos y beneficios netamente inferiores”, afirmó.
      Lamentó que “el sector pesquero está plagado de casos de trata de seres humanos, de trabajo forzoso y de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”.
      Finalmente, renovó su invitación “invitación a participar en este Congreso, no solo a los expertos, sino también al mayor número de capellanes y de voluntarios, porque la pesca y los pescadores son una preocupación del Apostolado del Mar y no solo de quienes están personalmente involucrados en este sector”.

 

 

 

 

 

 

 

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