Misioneros del mar intercesores
29 de octubre del 2014
Los encuentros con Mari Cruz Val ( muy próxima a la
Renovación Carismática) y su padre D.
José Val de 90 años, después de la misa
dominical, en los que compartíamos nuestras experiencias cristianas personales,
permitió a ambos ir teniendo conocimiento de la pastoral marítima. Las
necesidades que iban conociendo de esta realidad le invitaban a un
compromiso con la misma. Las
dificultades de ambos ( ella trabaja
como funcionaria del Ayuntamiento y cuida a su padre ciego, sordo e inmovilizado en una silla de
ruedas ) le recordó la experiencia que tenía de la Legión de María, en la que
se promovía a unas personas con esas o semejantes limitaciones, en la tarea de la oración de intercesión por las actividades que habrían de realizar
sus asociados, y a los que se les
denominaba como grupos auxiliares.
Mari Cruz sugería que esto mismo se
podría llevar a cabo en el Apostolado
del mar.
Interpelado con la denominación con la que se identificaría ( recordamos lo de los “grupos auxiliares del
la LM, de Intercesión de la RC o Socios protectores en el AM ) encontramos un día que
siendo nuestra labor una acción misionera de la Iglesia con la gente de la mar, e identificados como
Apostolado del mar, todos los miembros de esta actividad pastoral
son misioneros del mar ( nos hacemos eco de la afirmación de Pio XI: “el
apóstol del marino ha de ser otro marino”) La MISION
es la razón de toda la Iglesia. En consecuencia nos pareció que podíamos
denominaros “misioneros
de la mar contemplativos/ o misioneros marítimos intercesores u orantes
El criterio del Magisterio es un buen aval para nuestra propuesta
El
misionero ha de ser un “contemplativo en acción”. El halla respuesta a los
problemas a la luz de la Palabra de Dios y con la oración personal y
comunitaria. El contacto con los representantes de las tradiciones espirituales
no cristianas, en particular, las de Asia, me ha corroborado que el futuro de
la misión depende en gran parte de la contemplación.
El
misionero, sino es contemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo creíble.
El misionero es un testigo de la experiencia de Dios y debe poder decir como
los Apóstoles: «Lo que contemplamos... acerca de la Palabra de vida..., os lo
anunciamos» (1 Jn 1,1-3)
Aunque ya estábamos proponiendo a la audiencia de nuestro programa Stella Maris en Radio María, el compromiso y la
necesidad de la oración por la gente de
la mar y sus familias, por el Apostolado del mar, y la unidad de los
cristianos, entendemos que esta
propuesta mas “exigente “ debería tener carácter institucional en cuanto se
refiere a la comunión, bendición y
aprobación por parte del Obispo Promotor
y del Director Nacional.
Fue en
la edición 190 del programa Stella Maris
el 29 de octubre del 2014 ( mes del rosario y centenario de Sta Teresa
de Jesús) cuando compartimos con nuestra audiencia el proyecto. En esa ocasión,
no podía ser de otra forma, el obispo Promotor apoyaba con su presencia y su palabra el proyecto de misioneros del
mar intercesores al que se invitaba
a los oyentes de nuestro programa
Además
de D. Luis Quinterio, OP. participaron
en aquella ocasión el P. José Maria Rastrojo Gamero
( claretiano), Mari Cruz Val ( hija de José Val, “primer misionero del mar”,
fallecido el cuatro de octubre de ese año), Mari Carmen Grobas delegada del AM
em Vigo, Jesús Zapata Delegado D del AM en Almeria y Director allí del programa SM y Ricardo R. Martos de la
Delegación del AM en Barcelona
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