La mejor defensa de
las familias del mar
Modesta Cancelas* 15.04.2020
| 00:38
Aunque sabemos que en nuestra vida
tendremos que ver partir a algunos de nuestros seres queridos, cuando esto
sucede, siempre nos sobresalta. Conocimos a Cristina de Castro y a Maricarmen
Grobas del Apostolado del Mar en 1988, cuando
nuestros maridos estaban embarcados en el caladero Banco Canario-Sahariano,
negociando el Primer Convenio Colectivo para esa flota (cotizaciones dignas,
salario garantizado y vacaciones retribuidas).

En 1990, nos propuso crear una
asociación. Aunque al principio nos dio miedo, Cristina nos animó y nos lo puso
todo tan fácil que finalmente aceptamos, y así nació Rosa dos Ventos. En el año
2008 la revista de la asociación, Boga, tituló en su portada "EL TRABAJO
EN LA MAR, LA ESCLAVITUD SILENCIOSA DEL SIGLO XXI". Cristina hizo llegar
esta revista a todos los despachos de las autoridades responsables de la pesca:
había que conseguir jornadas laborales de menos horas, campañas más cortas,
barcos más seguros y habitables, y más conciliación familiar para las familias
marineras.
Cristina fue un referente en la lucha por
dignificar la vida de los marineros. Denunció -tanto en Madrid como en Bruselas, frente a ministros,
parlamentarios y concelleiros- los abusos de los empresarios de la pesca hacia
sus trabajadores. En una comparecencia afirmó que los inspectores dejaban salir
al mar barcos sin las condiciones de seguridad mínimas y que "más que
barcos eran ataúdes flotantes". Mejorar la calidad de vida de los marineros
era su meta en la vida.
Cristina nos dejó el pasado día 7 y, por
desgracia, tuvimos que despedirla en silencio, desde casa, confinados, cuando
ella se merecía nuestra presencia, nuestro cariño, respeto y agradecimiento a
esa mujer tenaz, fuerte, luchadora, humana y con mucha fe. Gracias Cristina,
por tus enseñanzas, tu inquietud y tu lealtad hacia la gente del mar. Gracias
por ser La Capitana y El Timón de Rosa dos Ventos durante 30 años. Mientras
nosotras sigamos vivas estarás siempre en nuestros corazones. Nosotras pensamos
que los seres queridos no mueren jamás, porque viven siempre en el recuerdo y
en el corazón de quienes los aman.
*Presidenta de
la Asociación Rosa dos Ventos
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