La Archidiócesis de Santiago de Compoestela,
presente
en el XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar en Taiwan
El XXIV Congreso Mundial del Apostolado del Mar, que se celebra del 1 al 7 de octubre en la ciudad de Kaohsiung en Taiwan, lleva el título ‘Caught in the net‘ (Atrapados en la red) y aborda el tema de la pesca, el tráfico de seres humanos y trabajo forzado, que afecta también a mujeres y niños.

El
motivo por el cual fue elegido un país de Oriente, fue porque “según las
estadísticas de la FAO, de los 53 millones de personas que se dedican a la
pesca el 84 por ciento son asiáticos, el 10 por ciento provienen África y el 4
por ciento de América Latina y el Caribe, mientras que Europa y Oceanía no
tienen ni siquiera el uno por ciento. Por lo tanto era lógico hacerlo en Asia”.
Es
importante destacar también que “el Apostolado del Mar es uno de los socios
fundadores del International Christian Maritime
Association (ICMA) que reúne 28 denominaciones cristianas que
trabajan en el Mar, anglicanos, baptistas, etc”. Y que “en el congreso estará
también el secretario general del Icma, un canadiense baptista”.
Participarán
en el evento representando a la Santa Sede el cardenal Petter Turkson, prefecto
del Dicasterio; el cardenal Charles Bo, de Myanmar; y Mons. Marcelo Sánchez
Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Hay que poner de relieve que “los voluntarios
del Apostolado del Mar visitaron en el último año unos 70 mil barcos, lo que
significa haber tomado contacto con casi un millón de personas. Hoy con el
sistema de containers los barcos se
quedan pocas horas en los puertos y estos atracan cada vez más lejos de
la ciudad, dificultando el contacto de la tripulación con la tierra firme.
Destacar que los marineros tienen poco tiempo incluso para comprar elementos de
primera necesidad, o solo tienen dólares lo que les dificulta pagar en algunos
países. Los pescadores no tiene horarios, cuando encuentran el banco de peces
se pesca y basta. Un europeo por quinientas libras esterlinas no trabaja
en el sector, en cambio en Asia, incluso por cien dólares al mes lo hacen,
porque contrariamente se moriría de hambre.
En
aguas internacionales, el capitán se vuelve el dios absoluto de la nave,
pudiendo realizar abusos verbales o físicos, porque no hay nadie que pueda
controlar o evitarlo y lo mismo sucede con los pescadores.
Por todo esto, el Apostolado del Mar es una presencia de la Iglesia en
el medio de ellos, incluso cuando hay desgracias y alguno muere, nuestro
capellán va a bordo y hace un servicio fúnebre católico o ecuménico en ese
momento de dolor”.
Ejemplos de casos que se encuentra el
Apostolado del Mar:
1º. Unos filipinos que estuvieron tres años
sin poder bajar de un barco, contra su voluntad y sin lograr hacer nada para
evitarlo.
2º. Marineros que se embarcan y después a sus
familias no le pagan lo convenido.
3º. La falta de comunicación fuera de la
nave. Por esto cuando los voluntarios del A.M, van a los barcos, llevan wifi,
para que los marineros puedan comunicarse con sus familias.

5º. Enfermos que son abandonados en los
puertos.
Los
motivos que conducen a estas situaciones de injusticia son la codicia de los
armadores que quieren acumular siempre más ganancias.
Ramón
Caamaño Pacin, (párroco de San Antonio de A Coruña, Delegado del apostolado del
Mar de la Diócesis de Santiago de Compostela y Director Nacional del apostolado
del Mar de la CEE), participa en dicho congreso con una ponencia, que
tiene como título “Los trabajadores de la
pesca industrial y sus familias”, en la que se tratan en
primer lugar los retos, la estructura empresarial y su impacto en el
trabajador, las condiciones laborales: contratos, cotizaciones a la seguridad
social, jornadas laborales, la fatiga, las retribuciones salariales, también se
preocupa de la seguridad de las tripulaciones en los barcos, así como la
necesidad de la formación.
En
segundo lugar se ocupa del impacto en la vida familiar, la separación de la
familia del trabajador de la pesca industrial, así como el papel de la mujer
del marino en la vida familiar, las repercusiones que tiene en la educación de
los hijos, las relaciones sociales ( ya que el trabajador del mar es un hombre
sin “VOZ” por sus largas estancias en la mar), también se ocupa del pescador
jubilado.
Y,
en tercer lugar se trata de abrir caminos para buscar soluciones a esta
problemática, gestiones ante los gobiernos europeo, nacional y autonómico,
creación de asociaciones de mujeres de pescadores para poner VOZ a sus maridos,
creación de centros de derechos del marino para defender sus derechos, la
mejora en materia de seguridad y salvamento así como en la formación de los
trabajadores y la humanización del trabajo en la mar.
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