La fe es nuestra fuerza
A los hombres y mujeres del mar en la Festividad de
nuestra Patrona, Nuestra Señora la Virgen del Carmen
En este
día de las Gentes del Mar los hombres y las mujeres del mar, oteadores de
amplios horizontes saben que, con la fuerza de la fe, nuestro horizonte vital
se amplía hasta límites insospechados. Y una nueva visión confirma nuestras
expectativas hacia un futuro que descansa en el nuevo hombre que mira adelante
poniendo los ojos en Jesús, autor y consumador de la fe.
La fe en
Jesucristo es la piedra angular para el andamiaje de la vida que como un barco
surca los días y navega a puerto seguro con fortaleza y firmeza. Es por eso por
lo que podemos hablar de la vida en Cristo, y caminar con confianza guiados por
su Palabra Viva que nos llega por medio del Espíritu Santo dejando ardientes
nuestros corazones para vivir con fe y esperanza hasta el puerto final.” La
cual “- como dice la carta a los Hebreos ( Hb.6,19)- tenemos como
segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta
dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo
sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”.
Y junto
a la fe, también el ancla de la esperanza. Como señalaba Santo Padre Francisco
el 13 de mayo pasado, en Fátima en la canonización de Francisco y Jacinta
Marto, donde pronunció estas bellas palabras:
Cuando
Jesús subió al cielo, llevó junto al Padre celeste a la humanidad ―nuestra
humanidad― que había asumido en el seno de la Virgen Madre, y que nunca dejará.
Como un ancla, fijemos nuestra esperanza en esa humanidad colocada en el cielo
a la derecha del Padre (cf. Ef 2,6). Que esta esperanza sea el impulso de
nuestra vida. Una esperanza que nos sostenga siempre, hasta el último suspiro.
Así
pues, mirar y orar a Nuestra Señora del Carmen, advocación marinera por
excelencia, es reconocerla como la Mediadora que fortalece nuestra fe y
alimenta nuestra esperanza.
A ella
le pedimos que la sociedad reconozca los muchos beneficios que nos proporciona
la gente del mar cuyos sacrificios a veces son invisibles a los ojos de nuestra
sociedad.
No nos
olvidamos tampoco que los marinos, muchas veces tienen que superar la lejanía
de sus seres queridos. Hemos de agradecer la inmensa labor que hacen sus
esposas y madres . La fe nos sostiene y es nuestra fuerza. Con ella se superan
todas las barreras geográficas y de todo tipo .
Hoy día,
en una sociedad más consciente del necesario cuidado de la creación, la fuerza
de la fe en Jesucristo, hijo del Padre, se despliega también hacia el servicio
de un desarrollo humano integral. Y desde la fe se alienta también nuestro
cuidado de la casa común afectada por los efectos negativos del cambio
climático y por la explotación excesiva de los recursos en el mar , según la
encíclica del Papa Francisco “Laudato Si ” sobre el cuidado de la casa común.
Últimamente
España, ribera del Mar Mediterráneo, ha sido testigo, de cómo algunas
tripulaciones de barcos mercantes (junto a muchas embarcaciones de Salvamento)
han estado en primera línea para socorrer a muchos migrantes y refugiados, a
bordo de embarcaciones nada aptas para navegar. En esta situación de emergencia
humanitaria nuestra oración y la fuerza de la fe están con todos ellos
Haciendo
nuestras sus dificultades y alentados por el Papa Francisco quien llamó a los
capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar a ser “la voz de aquellos
trabajadores que viven lejos de sus seres queridos y se enfrentan a situaciones
peligrosas y difíciles”, nos encontramos, por la fuerza de la fe y de la
comunión, al lado de los marineros y de la defensa de sus derechos humanos y
laborales que han de ser respetados y protegidos.
La gran
labor pastoral del Apostolado del Mar, fortalecida con la fe en el Salvador del
Mundo, quiere estar muy presente ante los graves peligros que envuelven a mucha
gente del mar. A veces tienen que “trabajar en condiciones infrahumanas, o caen
en manos de la delincuencia organizada o son víctimas de la trata laboral”.
Estos aspectos se tratarán en el próximo XXIV Congreso Mundial de Apostolado
del Mar en Taiwán del 1 al 7 de octubre próximo cuyo tema principal es
“Atrapados en la Red” (Pongamos a los pescadores en primer lugar). Allí,
convocados por el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo humano
integral, acudirá una representación de nuestro Apostolado del mar. Os pedimos
para que dicho Congreso, así como la Asamblea del Apostolado del Mar a celebrar
en A Coruña del 8 al 10 de Septiembre, den los frutos esperados y nuestra fe
pueda salir más reforzada
En este
Día de las gentes del Mar, expresamos nuestra gratitud a todos los que trabajan
en la industria marítima. Y oramos para que María Estrella del Mar recoja a los
que han muerto en el Mar. Y que, como cantamos en la Salve Marinera, “llegue al
cielo, hasta ti , nuestro clamor”.
+ Luis Quinteiro Fiuza
Obispo de Tui-Vigo. Promotor
del Apostolado del mar